jueves, 4 de abril de 2013

ULTIMAS HORAS EN URUGUAY

Lunes por la mañana, por un error en el despertador nos despertamos una hora antes (cosas que pasan). Desayunamos en el hotel sin los chicos, que se quedaron a dormir en lo de sus primos. Al darnos cuenta del error horario, nos fuimos rápidamente a un par de sitios para conocer, las librerias antiquísimas de Montevideo y un par de cafés...pero era muy temprano aún, más después de la "Semana del Turismo".
Pero sí dimos con el Café El Brasilero, ahí donde todos los dias Galeano trabaja, donde Benedetti escribe.
Y bueno...salen dos cortados, antes de partir hacia Carrasco nuevamente.
Después de almorzar, una larga sobremesa mientras los primos jugaban. Hicimos unas tomas familiares de rigor como esta...

Y por la tarde lo llevamos a Bautista a la escuelita de futbol en el club.
Era la última cena, el lunes por la noche. era momento de despedidas y de algunos llantos. El martes los "primos uruguayos" retomaban su rutina en el colegio, mientras que nosotros partíamos para Buenos Aires por la mañana, a primera hora.
El martes amanecimos bien temprano, para armar las valijas y bajar a desayunar. Mientras preparábamos el equipaje, nos enteramos de la terrible tormenta en la madrugada sucedida en Buenos Aires, por intermedio de TN.
Pensamos que la vuelta sería tan terrible como la ida, pero con la gente apurada por miedo a tener inundada su casa.
Por suerte no fue así. Tomamos la Ruta 1 que es autopista, hasta antes de Colonia, para empalmar la Ruta 2 hasta Fray Bentos. Sólo fueron 40 minutos de espera para migraciones, una grata noticia.
Y cruzamos a la Argentina, por Gualeguaychú, y avanzábamos tranquilos, a buen andar,
Ceibas, Zárate, Campana, McDonalds de Campana, Don Torcuato, Martinez, salida de Donado, del Tejar, Monroe....y el túnel inundado. "Como en Melincúe, agua en Buenos Aires..." dicen los Divididos.



lunes, 1 de abril de 2013

ANTIGUA MONTEVIDEO



Un domingo de Pascua diferente. Todo comenzó desayunando en el hotel los cuatro juntos, bien temprano. La idea era la de recorrer la Montevideo antigua, todo a pie.
El circuito era sencillo, caminar hacia la esquina, y tomar la 18 de Julio hacia la zona del puerto.

Caminamos bastante, no sólo mirando para abajo, sino que hemos encontrado varios edificios interesantes, por lo tanto nuestra vista de dirigía hacia los edificios antiguos, muchos art-decó.
Pasamos por la plaza donde encontramos la Suprema Corte y demás edificios judiciales, y unas cuadras más adelante, la Plaza Independencia nos recibía.
No solo sobresalía el monumento central de la plaza de Artigas, sino que ahí estaban el Palacio Salvo, el edificio moderno de la Presidencia, el portal de la antigua ciudad de Montevideo y la peatonal Sarandí, la cual tomamos hasta su final, previa escala en la Catedral, a la cual entramos, más siendo un domingo especial.

Retomamos la Sarandí la cual se esta rejuveneciendo, ya que esta antigua zona portuaria, la están modernizando manteniendo sus fachadas y dándole un valor extra a la zona.
Un lugar increíble al cual volveremos en alguna otra oportunidad, es el Mercado del Puerto, dónde uno puede saborear los mejores cortes vacunos de la zona, y mucho arte, muchísimo.

Yo volviendo al hotel, paramos en el renovado Teatro Solís, para tomar unas tomas fotográficas. 

Ya cansados de tanta caminata, nos subimos al auto rumbo a Carrasco para almorzar con el resto de la familia.
Por la tarde una nueva jornada tenística y por la noche una agradable cena.

POR LAS PLAYAS DEL ESTE



Sábado Santo. Amanece en una Montevideo vacía. Uruguay se declaró hace pocos años, como país laico. Por tal motivo, estos días no fueron feriados religiosos como los nuestros, como la gran mayoría de Latinoamérica. Por estos pagos, en cambio, toda la semana fue feriada, pero la llaman Semana del Turismo, que justamente cae en la Semana Santa nuestra.
Por eso, cuando salimos del hotel luego de un apetitoso desayuno, con rumbo a Carrasco, tomando la 18 de Julio primero, y la Av. Italia después, muy poca gente, muchos disfrutando de sus puntos turísticos, otros aprovechando de la mañana a descansar.
Nosotros optamos por tomar “el Este”, por la Ruta Interbalnearia.
Levantamos en Carrasco a los demás integrantes del contingente y nuestra primera parada fue Punta del Este para recorrerla desde el auto en algunos minutos, ya que el almuerzo estaba previsto en la Barra. 

No descubro nada al decir lo lindo que es “Punta”, pero otras playas mas alejadas nos interesan más.
La Barra tiene su encanto, muy pintoresco. Almorzamos una rica brótola, unos tentadores chivitos, y los chicos los ya clásicos Menú para niños, de patitas de pollo.
Caminos unos cuadras hasta Montoya y de ahí partimos a José Ignacio.

Lo más atractivo de las playas esteñas. Desde sus playas, hasta su entorno. Todo muy atractivo.


Ya en la hora de la merienda, que mejor que parar nuevamente en Punta del Este en busca de los famosos churros de Manolo, para la sonrisa de los chicos, y porque no, de los grandes también.
Por la noche, en Carrasco, una gran ñoqueada casera para terminar un gran dia, de vísperas de Pascua.