sábado, 23 de marzo de 2013

EL REGRESO

Esta entrada debíó ser escrita hace más de dos meses, pero habrá sido el ritmo de la gran ciudad la cuál no me permitió hacerlo? ¿O habrá sido las pocas ganas de dar por finalizado el viaje, las vacaciones?
Pero bueno, tampoco había mucho por contar de la vuelta desde Purmamarca.
Salimos bien temprano del pueblo que nos albergó por tres dias que resultó ser uno de los puntos más altos del viaje, por la RN 9 con destino a la ciudad de Córdoba. Pasamos por San Salvador de Jujuy, Salta y continuamos "bajando" por caminos muy bien cuidados. Llegamos a San Miguel de Tucumán y decidimos no entrar y dejarla para otro viaje, pero almorzamos sobre la ruta, en una Shell para tomar fuerzas hacia Santiago del Estero. Pasamos un gran susto en la Circunvalación, ya que pensamos que no teníamos escapatoria de ser embestidos por una señora muy entretenida hablando con su teléfono móvil a mas de 120 km/h y sin fijarse que a su lado tenia una Meriva azul haciéndole luces, tocándole bocinazos y, por último, mándandola a la localidad de "Plumas verdes"...
Recordamos que hacía bastante calor, y se nos venía una gran recta árida, toda la provincia de Santiago del Estero, donde lo único que rescatamos fue el tremendo hotel con casino incluido en Rio Hondo y la cantidad de vendedores sobre la banquina de la ruta nacional, ofreciendo ¡¡¡tortugas!!!!, que hasta dónde recordábamos, esta prohibida su venta.


Increíblemente el paisaje cambia cuando uno cruza el límite con Córdoba, aparecen los verdes, las curvas, los ascenso y descensos. Con la caída del sol, y de la lluvía también, llegamos a la ciudad mediterránea, luego de un cansador viaje. Llegamos al Sheraton (gracias Yael), y nos cruzamos a cenar al shopping por una cuestión de proximidad y de horarios. El choque cultural-social-moral-consumismo-etc-etc, nos paralizó. A primera hora estábamos desayunando en Purmamarca, en el silencio de Los Colorados. Por la noche haciendo fila en el McDonalds del shopping... Este "choque" y el mal clima que pronosticaban para el día que venía, que no nos permitía disfrutar de la pileta del hotel o de caminar por el centro antiguo de la Docta, nos precipitó la vuelta a Buenos Aires, a cancelar una estadía más en el hotel cordobés.
Por lo tanto, al día siguiente, uno de esos desayunos mágnificos del hotel para tomar valor y salir a la ruta, después de ver la tremanda cava que tiene el Sheraton.
Siempre por la RN 9 hasta el destino final, o por lo menos hasta Donado y la General Paz. Si bien el tramo de Córdoba - Rosario es de lo más seguro que tenemos en autopistas por su trazado, apenas cuenta con un par de estaciones de servicios, y resulta algo aburrida, ya que evita el paso por todos los pueblos y ciudades a su alrededor, lo cual lo transforma en un viaje monótono y aburrido. Rosario, San Nicolas, San Pedro, Campana, Escobar, y llegamos....
Y resulta increible, no tenemos una sola foto de la vuelta.
Un viaje único, muy lindo, como dijeron los chicos. Como lo definieron todos nuestros amigos que les contábamos nuestras aventuras, nuestro periplo.
Será hasta el próximo VIAJE EN FAMILIA....


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