martes, 8 de enero de 2013

LA 40 DE CATAMARCA A SALTA

Tras saludar a la familia Capurro Orella de Casagrande, y agradecerles por toda su hospitalidad salimos en búsqueda de la R.N. 40 en la provincia de Catamarca.

Pasamos por Londres, por donde mejor no perderse, ya que ni los los propios habitantes saben el nombre de sus calles…
Unos kilómetros más tarde llegamos a Belén, para almorzar. Unas ricas empanadas catamarqueñas y un merecido helado, frente a la plaza. Nos dimos cuenta que las heladerías, son los únicos comercios abiertos por la hora de la siesta…aunque no haya clientes.
Realmente el tiempo nos acompaña. Antes de salir nos asustaron con las altas temperaturas que debíamos soportar y por la época de lluvias, que hasta podrían perjudicar el andar en las rutas del norte.
Tan sólo en San Juan fue intenso el calor, por ahora, pero con una temperatura atípica para los propios sanjuaninos. Con respecto a la lluvia….no quiero ser mufa.
De Belén ha Santa María, es un trayecto largo donde en la ruta pasa poco. Algo de ripio a la altura de Hualfín. Un aeropuerto algo desubicado para los magnates mineros de la Alumbrera, y muchos animales sueltos que perjudican el andar.
Luego de dejar Santa María, continuamos de largo hasta Cafayate, para instalarnos en el Hotel Los Sauces, justo a la vuelta de la catedral. Esa noche salimos a caminar por el centro tan cambiado después de nuestra visita doce años atrás, antes de ser familia.
Al día siguiente estábamos de cumpleaños, el de Cecilia. Y para descansar de la ruta, nos tomamos la mañana para volver a caminar en búsqueda del regalo de la cumpleañera, y de recorrer el Museo de la Vid y el Vino y el Museo Arqueológico, antes de ir para la pileta del hotel. Ambos museos muy recomendables, el primero es nuevo y cuenta con toda la tecnología, acorde para la Ruta del Vino salteña. El segundo es un museo privado familiar, con todos los hallazgos arqueológicos de la zona, atendido por la señora del arqueólogo.

 Otro motivo por el cual no debíamos alejarnos del casco urbano, era el de tener señal para recibir los cientos de mensajes de salutaciones para Cecilia.
Luego de una pequeña siesta, decidimos tomar la ruta hacia la Quebrada de las Conchas.
Con un paisaje impactante, a cada metro quería fotografiar hasta lo imposible. Decidimos cambiar el conductor del auto, así bajaba tranquilo para lograr esas imágenes…
Llegamos hasta la Garganta del Diablo donde escalamos unos metros por dentro de la misma. El Anfiteatro, las ventanas, el obelisco, el sapo y los castillos forman parte de esta Reserva Natural de la Quebrada.






...y si todo el mundo lo baila, porque nosotros no, y menos con este paisaje de fondo!!!!



 
Por la noche, ya de vuelta a la ciudad, fuimos a festejar el cumpleaños al restó gourmet Terruño, sobre la plaza principal…¡¡el único con tarjeta de débito y crédito!!. Es increíble como una ciudad como Cafayate, con tanto turismo y movimiento económico, no utilicen tarjetas de ningún tipo. Ahora se entiende las filas larguísimas que encontramos en los pocos cajeros automáticos de la ciudad (salvo a la hora de la siesta…), ni siquiera el A.C.A. acepta tarjetas para cargar nafta.

Y dedicado a su cumpleaños un tema ochentoso acorde...Feliz cumpleaños, Ceci!!!!!
 

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