lunes, 14 de enero de 2013

PONCHOS, EMPANADAS Y VINOS.


Y dormimos en Cachi. En Cachi Adentro, donde nacen las estrellas. Por la noche, en la oscuridad, levantábamos la vista y el cielo era blanco, brillante. La cantidad de estrellas que contenía el cielo, nunca antes lo habíamos apreciado.

En nuestra primera mañana en el pueblo, recorrimos su casco histórico.  Su Iglesia, su cabildo, su plaza y sus casitas bien coloniales.

En su antiguo cabildo, funciona el Museo Antropológico. Un museo mejorado recientemente, de muy buenas piezas.

Por la tarde volvimos a las Cabañas Miraluna, debíamos aprovechar la pileta de altura (2.400 m.s.n.m.).

Al día siguiente, partimos hacia Seclantás, al camino de los Artesanos. El mismo, frente a la R.N. 40, se encuentran alrededor de cincuenta teleros distribuidos en el camino, ofreciendo sus  piezas. Ponchos, mantas, caminos, y demás, se exhiben y se venden. Dicen que personalidades como Mercedes Sosa, el chaqueño Palavecino, entre otros, encargaban a estos artesanos sus ponchos.

Hora del almuerzo, frente a la plaza, las tradicionales empanadas salteñas. Seclantás es un pequeño pueblo que en el 2007 su intendente decidió restaurar su casco histórico y lo dejó impecable.

Una vez más, la pileta de la cabaña, resultó ser nuestra mejor opción.

 Como era la última noche, nos premiamos con otras excelentes empanadas en el centro. Como probé el Malbec de Miraluna, la misma bodega en donde nos hospedamos en sus cabañas, de más está decir que una botella esta formando parte de la bodeguita.

 Los dejamos con más de buena musica. Saludos.

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