Y dormimos
en Cachi. En Cachi Adentro, donde nacen las estrellas. Por la noche, en la
oscuridad, levantábamos la vista y el cielo era blanco, brillante. La cantidad
de estrellas que contenía el cielo, nunca antes lo habíamos apreciado.
En su
antiguo cabildo, funciona el Museo Antropológico. Un museo mejorado
recientemente, de muy buenas piezas.
Por la tarde
volvimos a las Cabañas Miraluna, debíamos aprovechar la pileta de altura (2.400
m.s.n.m.).
Hora del almuerzo, frente a la plaza, las tradicionales empanadas salteñas. Seclantás es un pequeño pueblo que en el 2007 su intendente decidió restaurar su casco histórico y lo dejó impecable.
Una vez más, la pileta de la cabaña, resultó ser nuestra mejor opción.
Como era la última noche, nos premiamos con otras excelentes empanadas en el centro. Como probé el Malbec de Miraluna, la misma bodega en donde nos hospedamos en sus cabañas, de más está decir que una botella esta formando parte de la bodeguita.
Los dejamos con más de buena musica. Saludos.
que lindo Diego!!!
ResponderEliminarsaludos. Amalia